Comentarios al libro de Levine "Un año para vivir"

Hay que leer a Levine como si uno tuviera toda la vida, es decir, despacito, gota a gota. Hay que leer con atención plena porque cada palabra tiene su cadencia y su peso. Leo Un año de vida tan despacio como puedo y me he ido quedando con muchas palabras, con ideas y con sensaciones que aún no germinan, que llevarán su tiempo porque necesitan mucha vida, agua para que crezcan.

Hoy me quedo con una “Aunque estaba explorando el miedo a la muerte, lo que tenía que explorar antes que nada es el miedo a la vida”.

Miedo a la vida, ¿qué es eso? Es aquello que me paraliza, que me ahoga las palabras cuando debo decir y también es el torbellino que me hace hablar a borbotones cuando debo callar. ¿Miedo a emprender?, ¿miedo a soltar?, ¿miedo a ser vulnerable?, ¿miedo a la soledad y a la compañía? ,¿miedo a no tener?, ¿miedo a no “cubrir” los requisitos?, ¿miedo a ser auténtica?

Sí, tengo miedo (¡Lo dije!) y con esto doy un paso…

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Hacer una recapitulación era justo lo que necesitaba para iniciar el año porque, como te he ido compartiendo en estos correos, el experimento me gusta y me sirve. Hay tres cosas que he podido inocorporar a mi vida cotidiana, la primera es "observar la chachara mental" , puedo distinguir cuando mis pensamientos están volcados a temas recurrentes que no me benefician y qué sólo son eso, pensamientos, que no son reales y que si me pueden provocar enojo o tristeza principalmente. Estar consciente de que són sólo juicios, ( tan inútiles) que me roban energía para la verdadera vida. Me di cuenta que he pasado mucho tiempo en la Chachara, tiempo de vida, de presente.
Parar la guerra es una delicia, es otro de los ejercicios que he incorporado, es como conocer unas palabras mágicas "paro la guerra" y se detiene. Con sólo decirlo (muchas veces lo he dicho en voz alta) me da tiempo y espacio para accionar de mejor manera, más consciente.
La respiración, qué regalo, es la herramienta que adopté por convicción, es la que más olvido pero cuando está conmigo es la más valiosa. Me regresa a mi, al momento presente, me recuerda que hoy estoy aquí...

Creo que retomaré algunos ejercicios...


Una sonrisa para ti, por compartir.

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Con respecto a lo que nos pediste que escogiéramos una frase del libro, yo escogí la que vinen en la página 25 del primer capítulo que se llama "Practicar la muerte", y es esta:

..." para convertirme en quien realmente soy, para completar mi nacimiento."

Creo que aquí está resumido lo que finalmente quiero en mi vida: ser la mujer que Dios pensó que quería que yo fuera, es decir: yo misma sin imitar a nadie (ya no sería auténtica), romper tantos esquemas y paradigmas, así como superar la educación que recibí en casa y la religiosa, para quedarme con lo puro y verdadero: la libertad, la verdad, el amor, la escencia de mi ser que es divina, para poder regresar a la casa del Padre con esos ojos frescos como los de Jesús y un corazón nuevo alivianado por la compasión y la misericordia, alimentado por el verdadero amor y por consiguiente mis acciones congruentes con este estado espiritual. Mi nacimiento pleno será cuando haya muerto. Para mí el día más feliz de mi vida será cuando muera, pues deseo abrazar a Jesús de Nazareth con toda mi alma. Kubler Ross dice que nos encontraremos con la persona que más amamos y deseamos ver.

Saludos,